Escuchate esto!! por Javier Goffman

B. B. KING — “BLUES IS KING” / “BLUES ES REY”

Quién es B. B. King: el tipo gordo del vozarrón y su guitarra con nombre de mujer. Un hombre que, en un arrebato de temeridad, entró corriendo a un incendio a salvar su instrumento. Rastreamos el caso a principios de los años 60´. B. B. viajó mucho en esa época, a lo largo y ancho de EEUU; haciéndose un nombre, tocando en lugares chicos, grandes, para mucha o poca gente, por mucha o poca plata. “Blues is King”, en vivo en Chicago a principios del 67´, es King en estado natural, enérgico y sutil; “cantando a media voz” diría Edmundo Rivero, sólo que, en B. B., cantar a media voz implica agonizar una nota sostenida después del latigazo. Tiene toda la gama de colores que permiten al pintor cortarse la oreja con la paleta: sube y baja cuando quiere, pero nunca hace gala de virtuosismo. Lo anuncian, y la banda arranca; en tiempo medio, shuffle, tarantela, póngale como prefiera. Entonces, el tipo gordo acentúa tres o cuatro notas en la guitarra, juega con una melodía, y rompe a cantar desaforado: “Son las cuatro de la mañana / y estoy sentado acá esperando por vos”. Si usted, alguna vez, esperó fervientemente a alguien (no importa la hora), entenderá qué corno expresa la letra. Termina Waitin´ on you en un pico de intensidad; no pierde tiempo, empieza el primer blues. Presenta a los músicos, y a Lucille. “Vamos a hacer lo mejor para intentar moverlos esta noche” declara, “si les gustan los blues pienso que podemos”. La banda levanta; “yo no sé lo que es el amor” canta B. B., “pero pienso que debo tenerlo mal” (Blues del Jugador). Siguen clásicos inoxidables, Cansado de tu jive (?), Vida nocturna de Willie Nelson: “Quiero decirles que la vida nocturna / no es buena vida / pero es mi vida”. Y hay que creer o reventar. Después, Buzz me baby (“Mandame un SMS”), No contestes a la puerta, y el colmo del derrotismo: Blind love (“Amor ciego”). La historia de un tipo que mira por la ventana, con lágrimas en sus mejillas; su novia o prenda está en la esquina, un ciego la ve y un mudo la llama por su nombre. Última estrofa: “Empiezo a temblar / con el corazón en la mano / puedo escuchar a mi nena decir: / ´Vos sabés que no tengo hombre´…” El siguiente blues tampoco ofrece una lírica pum-para-arriba, suena más bien a denuncia: I know what you ´re puttin´ down (tómelo como “Sé lo que estás haciendo” o “Sé lo que estás planeando”). Anteúltimo, Baby get lost, “Nena perdete”; trata del tipo que se cansa y echa a la mina. Pero cierra con Gonna keep on lovin´ you, “Voy a seguir amándote”, o “Voy a mantenerme amándote”; contradiciendo la canción anterior. Dentro del ser humano se debaten fuerzas contrapuestas: me quedo o me voy, me quiere o no me quiere, garantismo o mano dura; la lucha del bien contra el mal, invento de nuestra singular inteligencia. Hay, en B. B. King, instinto y repentización; elementos similares para cosas distintas. Esto es, niños, suma de talento, práctica, oficio, escenario, y la determinación de entrar corriendo a un incendio a salvar la guitarra.
CONCLUSIÓN: Joven argentino/a. Usted, que quiere acercarse a los blues pero no entiende un pomo, o cree que ya sabe todo porque pagó trescientos o cuatrocientos pesos para hacer un homenaje a Pappo en Mitos Argentinos, ponga este disco. Si no le gusta ni un poco, el Blues Téster le va a dar una temperatura de menos cero grados. Y eso, en esta coyuntura, es más grave que la gripe porcina.






Javier Goffman nació en Capital Federal en 1977. Ya en 1996 participó en los concursos de nuevos talentos del Blues Special Club. En 1998 formó 29 Caminos. Su primer trabajo dentro del Blues fue con la Betty Blues de Rubén Gaitán allá por el 2000, siguió con el Tributo Albert King, King Size; grabó en el LP “Armónica Blues” de Adrián Jiménez, participó en los discos de Matías Cipiliano y Natacha Seara. Actualmente canta en la Dynamo, el Bada Blues y tiene tambien su banda “El Ciego & The Ranas Criollas”. Grabaron “Saltando en la Sartén” (2008).
Es ferviente lector, también escritor, ha publicado “Amazonas de la maceta” (2007), “Cómo es un pésimo escritor y otras imperfecciones” (2008), “La vaca no es una vaca” (2008), “El inodoro bailarín y otras contingencias” (2009).
Su presencia en los domingos de Blues y viernes de Blues es una garantía para los Blues.

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